Qué casualidad. Publiqué esta historia hace cinco años en un fotolog que tenía y ahora se ha hecho famosa.
Aquí la repito.
Era una pequeña habitante de Hiroshima cuando lanzaron la bomba atómica. Sobrevivió. Diez años después le detectaron leucemia por culpa de la radiación a la que había estado expuesta durante la explosión.
En Japón la garza es el símbolo de la longevidad. En su estancia en el hospital empezó a hacer garzas de papel, y se propuso a ella misma que si llegaba a las 1000 se curaría y viviría. No llegó.
Apartir de ese momento sus compañeros de clase decidieron acabarlas por ella y entregarlas en un pequeño altar en su memoria. Hoy es uno de los monumentos más importantes del parque de la paz de dicha ciudad y cientos de niños en el mundo entregan sus garzas de papel en recuerdo de Sadako.
Es una pequeña muestra de las vidas que se truncaron a las 8:15am de un 6 de agosto de 1945. Que parece que ahora nadie se acuerda de que murió TANTA gente por culpa de nosotros mismos, no de la naturaleza.